La inversión que hemos hecho en la construcción de nuestra piscina y el corto período anual que la disfrutamos, hace que cada vez más nos planteemos buscar sistemas para poder alargar la temporada de baño.
En su último informe Energía 3.0 la organización ecologista Greenpeace se decanta por las bombas de calor como la mejor opción para la calefacción desde el punto de vista de la eficiencia energética. Estos aparatos eléctricos, no muy conocidos para la mayoría de los ciudadanos, funcionan con el mismo sistema que hay dentro de nuestros frigoríficos o en los aires acondicionados: absorben el calor de un sitio y lo bombean hacia otro. Consumiendo muy por debajo del rendimiento en kW. (ejemplo: si para una piscina de 8 x 4 necesitamos una potencia de 13 kw/h, el consumo energético es de 2.6 kw/h).*
Para poder elegir el equipo más adecuado debemos dejar que nos asesore un buen especialista que nos sepa explicar el funcionamiento del sistema y nos ayude sobre la mejor opción.
Los errores más comunes a la hora de elegir un sistema de climatización son:
Inexistencia de estudio térmico o mal elaborado. Deben realizarnos un estudio térmico de nuestra piscina teniendo en cuenta: (dimensiones, profundidad, ubicación, exposición al viento, enterrada o sobresuelo, interior o exterior, desbordante o de skimmer, equipamiento extra como cascadas, cañones, sistemas de nado contracorriente, cubierta o descubierta, etc.) sin olvidarse de valorar las posibles pérdidas de temperatura y evaporación
Climatización no es solo calentamiento. Hay que tener en cuenta que si tenemos instalada una cubierta de policarbonato, además de calentar el agua, es muy posible que sea necesario climatizar el habitáculo y deshumidificarlo.
Cálculo de consumo. Si el estudio térmico nos ofrece una cifra acerca del consumo energético de la bomba de calor, hay que tener en cuenta que a no ser que indique lo contrario hay que añadir además el consumo del sistema de depuración de la piscina, para evitar sorpresas con la factura de la luz.
Sistema barato – consumo caro. Como en cualquier aparato eléctrico hay que fijarse en la clase energética a la que corresponde. No hay que olvidar que casi siempre lo barato sale caro.
Capacidad y dimensionado. No escatimar con la potencia que necesitamos, si tengo una talla 44 no puedo comprarme una 42, lo que va a provocar es un mayor consumo.
Sistemas manuales en vez de automáticos. Cualquier sistema automatizado, siempre, siempre, va a optimizar el consumo de cualquier aparato.
*Cálculo realizado contando con una temperatura mínima de 15º