La Cloración Salina está envuelta en unos mitos y leyendas que vamos a intentar eliminar: “Lo instalas y te olvidas”, “es como bañarse en el mar”, “flotas”, “no necesita mantenimiento”, “echas sal al agua y ya está”….
Se trata de un proceso en el cual se añade sal común (cloruro sódico) al agua de una piscina, y mediante un aparato eléctrico (clorador salino) se separa el cloro del sodio. El cloro desinfecta el agua, y vuelve a combinarse con el sodio, repitiéndose el ciclo indefinidamente.
Para que este sistema funcione correctamente, es recomendable instalar además un dosificador de pH, ya que, si normalmente es importante que este parámetro este bien ajustado, con la Cloración Salina es fundamental.
Si os dais cuenta, ya hemos automatizado la desinfección y la regulación del pH, pero eso no significa que nos olvidemos del tema, sino que nos facilita su cuidado.
Es un aparato relativamente pequeño, por lo que se instala en el mismo habitáculo donde tenemos nuestro sistema de depuración.
Se añade sal común al agua a razón de unos 5 kg por metro cúbico de agua. (la tolerancia de los equipos es de entre 3–7 kg). La concentración de sal en el mar es de unos 30 kg, por lo que no se parece en nada al mar, y por supuesto no se flota, ya que la concentración tendría que ser todavía más alta (Mar Muerto).
¡Vamos a poner el circuito en marcha! Las horas recomendadas por cualquier fabricante para el buen funcionamiento, es de unas 8 horas mínimo de forma continuada, siempre y cuando el clorador esté bien dimensionado para los metros cúbicos de la piscina. No hay que escatimar en esto, nuestro nivel de satisfacción de la compra depende mucho de ello.
Recomendaciones de mantenimiento
- Controlar el nivel de concentración de sal. La pérdida se produce por la evaporación, el agua que sacan los bañistas, lavados y enjuagues de filtros, por lo que es necesario reponer.
- Limpieza periódica de la célula electrolítica.
- Controlar que la garrafa de minorador de pH no se quede vacía.
- En el caso de que la piscina esté muy soleada, es recomendable, hacer uso de un producto estabilizador o en su defecto alguna pastilla de cloro en los skimmers.